jueves, 7 de junio de 2012

La función del arte/1-Eduardo Galeano.




Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
¡Ayudame a mirar!
El libro de los abrazos


Así como Diego le pidió a su padre que lo ayudara a mirar la mar, tan inmensa e imponente, yo los invito a ustedes a que me ayuden a mirar, leer, recorrer, construir, deconstruir, criticar, explorar, este espacio inconmensurable que ocupa la literatura, imposible de abordar en su totalidad, pero placentero en grado sumo si uno sabe por dónde mirar.